La autopista A69, teatro de un día siniestro marcado por ataques violentos contra las fuerzas del orden. Cócteles Molotov lanzados, CRS heridos, gendarmes y manifestantes heridos. Un cuadro de caos y violencia que interroga: ¿Quién se esconde realmente detrás de estos ataques? Una investigación cautivadora para revelar a los actores y las motivaciones de estos actos de extrema gravedad.
Escalada de la violencia durante la movilización contra la autopista A69
La movilización de los activistas ecologistas contra la autopista A69 entre Castres y Toulouse tomó un giro dramático el sábado 8 de junio en el Tarn. Lo que debía ser una protesta pacífica degeneró en violentos enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden.
Fuerzas del orden objetivo de ataques violentos
Alrededor de las 15 horas, estallaron los primeros incidentes. Un CRS fue alcanzado por un cóctel molotov, y dos gendarmes así como dos manifestantes también resultaron heridos, según la información proporcionada por la prefectura. El prefecto del Tarn condenó firmemente las «ataques extremadamente violentos, con catapultas» provenientes de «1 200 individuos radicales, que evidentemente vinieron a romper, sin vínculo con la cuestión de la A69».
Reacción de las autoridades y dispersión de los manifestantes
Las fuerzas del orden utilizaron granadas lacrimógenas para dispersar y contener a los tres grupos de manifestantes, que intentaban acercarse a un edificio del concesionario de la autopista y a un sitio de los Laboratorios Pierre Fabre, que apoya la construcción de la A69.
Algunas personas vestidas de negro y encapuchadas lanzaron fuegos artificiales, piedras y cócteles molotov en dirección a los gendarmes. Después de varios enfrentamientos a unas decenas de metros del proyecto de la autopista, las fuerzas del orden empujaron a los manifestantes hacia una colina cerca de su campamento reivindicativo.
Regreso a la calma bajo alta vigilancia
Al final del día, se observó un regreso a la calma, pero la prefectura del Tarn indicó que las fuerzas del orden permanecerían movilizadas hasta el final de la manifestación prevista para el domingo. El prefecto declaró que «las asociaciones que llaman a la manifestación sirven de respaldo a personas violentas que vinieron a romper», justificando así la orden de prohibición y la presencia masiva de las fuerzas de seguridad.
Una movilización ecologista a pesar de la prohibición del prefecto
A pesar de la prohibición del prefecto, miles de opositores ecologistas se reunieron para la movilización «Rueda Libre». Según los organizadores, alrededor de 7 000 activistas estaban presentes, aunque la prefectura solo contabilizó 1 600. Aproximadamente 1 600 gendarmes y policías habían sido movilizados para supervisar la manifestación y prevenir cualquier desborde.
Reivindicaciones ecologistas frente al proyecto controvertido
Bajo un sol abrasador, los manifestantes participaron en varias actividades, incluidas mesas redondas y marchas festivas. Sin embargo, un grupo más radical abandonó el campamento reivindicativo, y fue en ese momento que estallaron los enfrentamientos.
Los opositores sostienen que el proyecto de la autopista A69, construido en nombre del desenclavamiento de la cuenca de Castres y Mazamet, es desastroso para el medio ambiente. Denuncian la destrucción de zonas húmedas, tierras agrícolas, árboles, ecosistemas y aguas subterráneas. La obra comenzó en 2023, y la autopista debe entrar en servicio a finales de 2025.
Llamados a la reflexión y acusaciones contra los electos
Varios intervinientes tomaron la palabra para expresar su oposición a la construcción de la autopista. Thomas Brail, del Grupo nacional de vigilancia de los árboles, declaró que «la prohibición de la manifestación estaba plenamente justificada» pero que «los ciudadanos prefieren desobedecer porque el mundo que se nos propone mañana no es absolutamente satisfactorio».
Un portavoz de los Levantamientos de la Tierra denunció «una masacre de las tierras por beneficios». Los activistas también señalaron los peligros de las unidades de fabricación de asfalto, mencionando la emisión de sustancias tóxicas y peligrosas para la salud humana.
La diputada ecologista Christine Arrighi mostró su apoyo a los agricultores, «los grandes perdedores de esta A69», quienes ven sus tierras acaparadas en plena crisis agrícola y debate sobre la soberanía alimentaria.
Fuente: www.midilibre.fr