Ingredientes
Receta para 4 personas.
 700 g de azúcar |
 1 l de agua |
 500 g de jengibre fresco |
 1 hora (para la remojo) |
Utensilios
 Olla |
 Cuchillo |
 Cuchara de madera |
 Colador |
 Cronómetro |
 Plato |
 Regla o cinta métrica |
 Recipiente hermético |
Preparación paso a paso
Tiempo de cocción total: 1 hora
Tiempo de preparación: 30 minutos
Tiempo de reposo: 12 horas
Paso 1: Pela el jengibre fresco y luego córtalo en rodajas finas de aproximadamente 2 a 3 milímetros.
Paso 2: Deja remojar las rodajas de jengibre en agua fría durante aproximadamente 1 hora para ablandarlas.
Paso 3: Escurre el jengibre y luego colócalo en una olla con agua y azúcar para preparar el almíbar.
Paso 4: Lleva el agua y el azúcar a ebullición y luego vierte esta mezcla sobre el jengibre cortado en un plato.
Paso 5: Cubre el plato con un plato y deja que el jengibre remoje durante 12 horas para que se impregne bien.
Paso 6: Después del tiempo de reposo, hierva a fuego lento la mezcla nuevamente durante aproximadamente 1 hora hasta que el jengibre esté tierno.
Preparar jengibre confitado casero es un paso simple que promete una experiencia sabrosa. Comienza por pelar y rebanar el jengibre fresco en finas láminas. Un remojo de unas horas en agua ayuda a suavizar su sabor y mejorar la textura. El siguiente paso consiste en hacer un almíbar dulce hirviendo agua y azúcar. Luego, solo hay que sumergir el jengibre en esta mezcla y dejar que flote en la dulzura. No dudes en ajustar el tiempo de cocción según tus preferencias para obtener una textura que te guste.
Al integrar este jengibre confitado en tus recetas, aportas un toque aromático que realza muchos platos. Ya sea en un postre, un plato salado, o incluso como acompañamiento, el jengibre confitado sabrá seducir a tus comensales.
