Descubre una receta exclusiva de Pim’s revelada por un chef renombrado que promete hacer resurgir tus más tiernos recuerdos de infancia. Prepárate para sumergirte en un mundo de sabores nostálgicos a través de una reinterpretación moderna de esta famosa golosina. Embarca en esta aventura culinaria y ve si esta receta te transportará a través del tiempo.
Un toque de nostalgia en tu cocina
¿Quién no recuerda el placer de degustar un Pim’s en la merienda, esos pequeños pasteles que combinan un bizcocho ligero, una gelatina afrutada y una capa de chocolate crujiente? Hoy, un chef reconocido nos propone redescubrir este clásico de nuestra infancia ofreciéndonos su propia versión de esta golosina, directamente inspirada en sus experiencias en un famoso programa culinario.
Los secretos de una receta reinventada
La base de esta receta radica en la elaboración de un bizcocho aireado. Para ello, las yemas de huevo se baten con azúcar hasta que se vuelven espumosas. Las claras de huevo se montan luego a punto de nieve firme con una pizca de azúcar añadida progresivamente, para ser delicadamente incorporadas a la mezcla anterior. Una vez que la harina se ha tamizado e integrado, la masa está lista para verterse en moldes específicos y hornearse.
- 5 yemas de huevo
- 60 g + 90 g de azúcar
- 5 claras de huevo
- 100 g de harina
Para la gelatina de naranja, el jugo de dos naranjas se mezcla con azúcar, un poco de pectina para la consistencia y un poco de ralladura de limón para un sabor picante. Esta mezcla se lleva a ebullición y se cocina a fuego lento hasta que espesa.
Finalmente, el toque final lo aporta una capa de chocolate negro derretido mezclado con manteca de cacao, que cubre la galleta y la gelatina para crear un equilibrio perfecto de sabores.
Variantes para todos los gustos
Esta receta también ofrece una gran flexibilidad según tus preferencias o las de tus seres queridos. Si la naranja no es tu sabor favorito, nada impide reemplazar la gelatina de naranja por otra gelatina de frutas como la fresa o la frambuesa. El chocolate negro también puede ceder su lugar a chocolate con leche o incluso chocolate blanco para un resultado más suave.
Un placer para compartir
Una vez que tus Pim’s caseros estén listos, ¿qué mejor que disfrutarlos en buena compañía? Ya sea en torno a un té por la tarde o como postre durante una comida en familia, estas galletas caseras sabrán deleitar los paladares de todas las edades. Es una excelente manera de crear momentos de convivialidad mientras compartes una experiencia culinaria llena de recuerdos.
Entonces, ¿listos para retroceder en el tiempo y saborear cada bocado de estos deliciosos Pim’s reinterpretados? Cada mordisco es una invitación a viajar a los recuerdos gourmet de nuestra infancia.
Fuente: www.marmiton.org
